Una Nenita de 18 dispuesta a convertirse en una pornstar. Soy Ruth Pardo.
¡Hemos encontrado por fin a Ruth Pardo! Ruth, para quien no la conozca, es una tierna jovencita de apenas 18 años de edad que nos envió una cámara oculta tendiéndole una trampa al cristalero del barrio (El chico ni se había visto ni se va a volver a ver en una similar, sospechamos) y demostrándonos que su edad no era un impedimento para ser una auténtica devorarabos. Pues bien, aquí la tenemos al fin, dispuesta a convertirse en una pornstar por derecho propio. Pero para serlo tiene que pasar su casting. Y no es lo un jovencito inexperto que piensa que está echando el polvo de su vida, que un verdadero follador como Brad Santoro. Cuando Ruth llega a su casting, y después de una buena sesión de fotos en la que contemplamos ese cuerpo de teen y ese culazo latino, llega Brad y empieza la entrevista propiamente dicha: Ruth está nerviosa, y no es para menos, porque Brad ha visto lo que viene y se va a pasar toda la entrevista magreándola. El chico no es tonto Pero Ruth va cogiendo carrerilla mientras nos confiesa que lo que de verdad le gustan es que le den duro, que la sometan y hagan con ella lo que quieran. ¡Brad se frota las manos! Y a nosotros se nos hace la boca agua, porque sospechamos qué es lo que viene… Y cuando por fin llega, Brad pretende ser un caballero y contenerse con ella, pero Ruth se lo deja claro: ¡Quiere una buena y salvaje follada! Dicho y hecho, piensa Brad, y procede a desmontar sistemáticamente a esta jovencita, que no se lo puede creer, pero empieza a gozar como no lo ha hecho en su joven vida. Definitivamente, ¡Esta es una experiencia que Ruth no olvidará!
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Pero Ruth va cogiendo carrerilla mientras nos confiesa que lo que de verdad le gustan es que le den duro, que la sometan y hagan con ella lo que quieran. ¡Brad se frota las manos! Y a nosotros se nos hace la boca agua, porque sospechamos qué es lo que viene… Y cuando por fin llega, Brad pretende ser un caballero y contenerse con ella, pero Ruth se lo deja claro: ¡Quiere una buena y salvaje follada! Dicho y hecho, piensa Brad, y procede a desmontar sistemáticamente a esta jovencita, que no se lo puede creer, pero empieza a gozar como no lo ha hecho en su joven vida. Definitivamente, ¡Esta es una experiencia que Ruth no olvidará!
