
Y así nos llega hoy esta parejita, dispuesta a vender a esta panadera sexy para empezar a abrirse al mundo liberal y permitirse mutuamente poder trabajar con más personas, conscientes de que limitarse a ellos solos daría para una carrera muy corta en el porno. Pero claro, esto es un Vendo a mi novia: la reacción de Álvaro no es como él esperaba y los celos pueden con él. Al final no parece gustarle nada ver a su chica penetrada por un joven guaperas que claramente a ella le gusta mucho: alto, guapo y con esa mirada seductora. Dijeron que al llegar a casa hablarían…¿en qué acabará este culebrón?