
Y es que era un tío al que Elsa llevaba mucho tiempo queriendo echar mano, y ¿Cómo iba a negárselo? Así que quedamos con él en nuestro hotel para montárnoslo los tres. Pero no teníamos bastante con un simple revolcón, queríamos poder recordarlo en nuestras futuras sesiones en pareja, así que preparamos nuestras cámaras, y enseguida estábamos grabando un trío de campeonato, coronado por UNA ELSA PARA LA QUE DOS POLLAS SON POCAS. En serio, vedlo y decidnos si es o no para tanto. ¡Nosotros desde luego hemos seguido viéndolo desde entonces!